Las misteriosas historias de Charles - Episodio 2

O al menos eso es lo que me hubiera gustado. Después de tener ese flash tan lúcido y real mi cabeza volvió en sí. Rosa indignada me preguntó la razón por la que no me había sorprendido el secreto, “¿Me lo puedes repetir, es que estaba en otra cosa…?” le dije, y joder, realmente no me había enterado de nada, estaba ocupado visualizando mi masacre, que creedme, más tarde hubiera sido lo mejor…

En fin, cuando mi novia se disponía a repetirme la misteriosa revelación, el rumano menos alto le asestó con la barra de metal al rumanazo de 1.95 y nos invitó a entrar en el coche corriendo. Una vez más me habían jodido el momento revelación, así que entramos corriendo, después de todo el tipo este no podía ser demasiado malo si había noqueado al soplanucas de su compañero.

Nos sentamos detrás y el rumano le indicó a “mi chica” –o lo que leches fuera- que abriese una bolsa de deporte que había debajo del asiento del co-piloto. Ella asintió y miró en la bolsa, sacó un traje de cuero ajustado, una especie de GPS que no paraba de pitar y en el cual se apreciaba claramente un punto rojo parpadeando no muy lejos de nosotros, una jeringuilla y dos sobres.

Yo ya me temía lo peor, sobre todo al ver el traje de cuero… Sabía que cuando me dijo que era virgen y acto seguido hicimos un 69 vertical algo no encajaba…

De repente comenzaron a hablar en un idioma raro, yo creo que era ruso, el rumano es más claro, aquí no entendía un carajo. Joder, no me lo podía creer, mi novia mostoleña de pura cepa –en teoría- habla ruso o lo que fuera… Ella gritó y dijo algo que creo significaba “ok, ok”.

Se quitó la ropa que llevaba quedándose en ropa interior, en concreto un juego que le regalé yo con su liguero y medias altas negras. “Ay la madre, que me he ido a coger a la más puta de España y por lo que se ve parte del extranjero…” .

Ella me dio dos sobres, en el primero me indicó que estaba explicado todo lo que había estado ocultándome y por ende, el gran secreto. El otro me dijo que era importante que no lo abriera hasta que ella contactase conmigo.

Yo me puse la mano en la cara y negué con la cabeza, era una maldita pesadilla. Total, que empiezan a hablar de nuevo en ese idioma que desconocía. Su conversación se caldeó y el ambiente también, no sólo ya por los gritos, sino porque el GPS cada vez pitaba más rápido. Según pitaba una vez, uno de ellos replicaba al otro a toda velocidad, finalmente ella pegó un grito fortísimo y puso cara de “¡Vale, ya voy!” me dijo que lo sentía, a mi no me dio tiempo a preguntarle el porqué, me clavó una jeringuilla en el cuello y quedé inconsciente.

Me desperté en mi habitación, no sabía si había sido todo un sueño o realmente había vivido eso, pero bueno, las pocas dudas que tenía se disiparon rápidamente cuando vi en mi escritorio los dos sobres, justo al lado de mi marco con la foto de Stallone cuando era joven –ella sabía que es lo primero que me gusta ver al despertar-, abrí uno de ellos y había una carta.

Me senté en mi escritorio dispuesto a leer la carta cuando mi madre me llamó para cenar. “Que oportuna, cojones”, pensé, le dije que ya bajaría, que ahora no tenía ganas de cenar y volví la cara al monitor. Entonces un colega me pasó por MSN un hilo de pruebas de 40 páginas, me olvidé de la carta y me puse a verlo.

Cuando cerré el hilo e iba a bajar a comer, vi la carta de nuevo “Coño, la cartita”, esto no lo pensé, lo dije con voz de gañán.

A continuación os narro la carta en varios mirrors:



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Continuará... (O no)