Este juego se llama Munchkin, y el lema del juego está bastante claro en la caja: “Mata al monstruo, roba el tesoro, apuñala a tus amigos”. Munchkin es, amigos, Dungeons and Dragons sin todo el lío del rol, reducido sólo al absurdo. Para que os hagáis una idea, si en Dungeons podríamos encontrar una espada bastarda que te aplicara un cierto bonus, en Munchkin tendríamos esto:
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZMQu0XX3_DArey7y5fgOej1UKM4hzoWiLG-k5HlwjpfWqOrggex2G5hUtqli8btkeuoZgfINhXvEGcke-3C5YsVejEhE4F86flxE0wKM5Hnww2kJw5xJDpTXFUtH2MXwQNGnJtHaaStgp/s320/espadabastarda.bmp)
No me digáis que no os gusta. “Espada bastarda y traicionera”, aplica Bonus de +2 , puede venderse por 400 piezas de oro, y el troll está leyendo el Playtroll (Sí, en serio).
Pues así es, amigos, un juego de temática sencilla y que no deja de sorprenderte. En Munchkin, el objetivo es llegar a nivel 10 antes que tus oponentes. Para ello debes matar monstruos (Cada uno te da un nivel o dos, depende del monstruo), vender cosas que tengan un valor conjunto de 1000 piezas de oro o más, o bien usar cartas que aumenten vuestro nivel.
¿Dónde está el problema? Pues que tus oponentes también quieren llegar al nivel 10 los malditos. Y te lo impedirán de todas las maneras que puedan, es decir, te putearán todo lo posible friéndote a maldiciones, monstruos e intromisiones en tus combates. Y tú les putearás a ellos. Veamos un ejemplo de un combate:
Un humano clérigo penoso del nivel dos contra unas Ladillas Venerables con una fuerza de once. Nos van a dar la paliza de nuestra vida, así que decidimos inmediatamente usar los Globitos de Colores para distraerlas y bajarles cinco puntos de ataque y usar la Poción de Ácido Electrorradiactivo para aumentarnos nosotros cinco puntos. Así volvemos a estar en ventaja, y justo cuando vamos a ganar otro hijo de su madre decide meter en el combate un Innombrable Horror de la Aberración Incognoscible con la carta del Monstruo Errante (Permite meter a otro monstruo en la pelea).
Tras acordarte de la madre que lo parió decides que lo mejor es huir. Te sale 5 para el Innombrable y no puedes huir de las Ladillas. Como no llevas nada por debajo de la cintura (Si no puedes derrotar a las Ladillas sufres su Mal Rollo, descartarte de la armadura y de todo lo que esté por debajo de la cintura) aquí no ha pasado nada, y estás a punto de huir, pero otro jugador decide que tú no te vas a ningún lado y te suelta un Frasco de Pegamento. Tienes que volver a tirar el dado para huir del Innombrable. Te sale 2. No huyes. El Innombrable te mata. Cada jugador coge una carta de tu mano, los muy (piiiiii).
Toma pelea. Os han puteado cruelmente y volvéis a ser tristes Humanos sin ná nivel uno. Pero no os preocupéis, ya lucharán. Y les putearéis. Sabéis que sí.
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